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Final Fantasy XV: Una Joya Incompleta

 

Final Fantasy XV tenía una misión clara: modernizar la franquicia sin perder su esencia. Con un sistema de combate dinámico, un mundo abierto impresionante y una historia centrada en la hermandad, el juego prometía mucho. Sin embargo, ¿logró cumplir con todas sus ambiciones?

 

Un Sistema de Combate con Potencial No Aprovechado

El combate en tiempo real de FFXV es rápido y vistoso, con mecánicas como el Warp Strike y ataques cooperativos. Pero a medida que avanzas, la falta de profundidad se hace evidente:

La estrategia se diluye en combates caóticos donde el button mashing suele ser suficiente.
El sistema de magias es más un peligro para el jugador que una herramienta útil.
La cámara se vuelve un problema en espacios cerrados, afectando la visibilidad.

A pesar de su espectacularidad, el combate no tiene la complejidad táctica de otros Final Fantasy.

 

Un Mundo Hermoso pero Vacío

El vasto mundo de Eos es visualmente impresionante, pero su contenido es inconsistente:

 Las misiones secundarias se sienten como recados genéricos sin impacto en la historia.
 La exploración se limita a ciertos puntos de interés, mientras que vastas zonas carecen de vida.
 La conducción del Regalia es más un paseo automatizado que una experiencia interactiva.

Es un mundo que asombra al principio, pero que con el tiempo se siente poco aprovechado.

 

Una Historia Fragmentada

La trama de Final Fantasy XV tenía potencial para ser una de las más emotivas de la saga, pero su ejecución es irregular:

Personajes clave como Luna, Ravus o los mismísimos antagonistas carecen de desarrollo.
Momentos cruciales de la historia suceden fuera del juego, obligando al jugador a ver Kingsglaive y Brotherhood para entender el contexto.
El tercer acto se siente apresurado, perdiendo impacto emocional.

El núcleo narrativo—la hermandad de Noctis, Ignis, Gladiolus y Prompto—funciona muy bien, pero el resto de la historia se siente incompleta.

Presentación y Banda Sonora: Lo Mejor del Juego

A pesar de sus fallas, Final Fantasy XV brilla en su presentación:

La música de Yoko Shimomura es sobresaliente, con piezas como Somnus y Apocalypsis Noctis.
El diseño artístico y los entornos transmiten la grandeza del mundo.
Las animaciones faciales y la dirección cinematográfica destacan en los momentos clave.

 

Un Buen Juego, Pero No un Gran Final Fantasy

Final Fantasy XV es una experiencia disfrutable, pero con demasiadas concesiones y contenido ausente. Su combate dinámico, su estética y su emotivo enfoque en la hermandad lo hacen memorable, pero su mundo vacío, historia fragmentada y misiones repetitivas evitan que sea un clásico.

Puntos fuertes:
La relación entre los protagonistas es el corazón del juego.
Dirección de arte y banda sonora de alto nivel.
Momentos emocionales bien logrados.

Puntos débiles:
Historia incompleta y mal contada.
Mundo abierto desaprovechado.
Sistema de combate sin suficiente profundidad.

¿Crees que Final Fantasy XV pudo haber sido mucho más?

 

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